La mayor demanda de alimentos por parte de los países asiáticos, así como la utilización de granos para elaborar combustibles, puso al descubierto la vulnerabilidad de México en materia alimentaria desde 2011 y lo situó como una nación altamente dependiente de las importaciones en productos básicos como maíz, frijol y arroz.
Este año, México podría verse afectado debido a esta condición de ser un importador, en caso de una fuerte sequía que ponga en peligro la producción local o internacional, o por un incremento en los pedidos de diversas naciones.
Pedro Alejandro Díaz, presidente del Consejo Nacional de Productores de Arroz de México, dijo que si bien se pensaba que las importaciones iban a ser transitorias en México, se continúan realizando hoy en día y sin pago de arancel. Puso como ejemplo el arroz que se trae desde Paquistán, país con el que no se tiene tratado de libre comercio.
“Ello ha provocado que no sólo importemos de Estados Unidos, sino también
de Uruguay y Paquistán”, indicó.
En lo que corresponde al consumo de arroz pulido o blanco, la situación es crítica, dijo, pues de las 750 mil toneladas que demanda el país, solamente se producen en México 150 mil. Las restantes 600 mil se importan, lo que es equivalente a 80 por ciento de la demanda nacional. El consumo per cápita de arroz en México es de 6.7 kilogramos al año.
Del total de las importaciones, 85 por ciento proviene de Estados Unidos y el resto de Uruguay y Paquistán.
Pero no sólo el arroz se importa en grandes cantidades. Un ejemplo es que en febrero de 2011 el gobierno mexicano tuvo que traer del extranjero 700 mil toneladas de maíz blanco proveniente de EU, Canadá y Sudáfrica, a fin de complementar el abasto del grano ante las heladas en Sinaloa.
El entonces secretario de Agricultura, Francisco Mayorga, destacó que las presiones en el mercado internacional en el precio de los granos encarecieron el maíz y otros productos, lo que llevó al grano a cotizar la tonelada en el DF en cinco mil 400 pesos, un máximo histórico. En maíz amarillo, el país importa 10 millones de toneladas.
Carlos Salazar, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), dijo que las importaciones de Sudáfrica se pagan 10% más que lo que se destina en el país a productores. Otro ejemplo de la dependencia alimentaria son las importaciones de frijol a las que tuvo que recurrir México en diciembre de 2011, cuando la Comisión de Comercio Exterior (COCEX), dependiente de la Secretaría de Economía, aprobó la ampliación de la vigencia del cupo de importación de 100 mil toneladas, cuya vigencia venció el 31 de diciembre de 2012.
Abraham Montes, representante del Sistema Producto Frijol, refirió que mientras en 2006 se producían un millón 200 mil toneladas, ahora solamente se producen 850 mil toneladas.
Alicia Valverde
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