¿Cómo funciona un departamento de import/export?
¿Que son los Incoterms? ¿Qué áreas tengo que reforzar en mi empresa? ¿Con qué
apoyos financieros puedo contar para la aventura exterior?...
Si estás pensando en convertir tu empresa en una importadora o
exportadora o si ya lo has hecho, toma nota de 20 consejos extraídos de
entrevistas a expertos y empresas. Cada una de ellos es una pieza que forma un rompecabezas
del comercio exterior. 21-04-2010
Te vamos a responder
a la gallega. ¿Tiene tu empresa una recepcionista bilingüe? ¿Tu cadena de
producción puede responder a picos de demanda elevados? ¿Cuentas con un equipo
comercial capaz de afrontar el nuevo reto (viajes, horarios irregulares...?
¿Tienes capacidad financiera para dar el salto al exterior? ¿Tienes un producto
o servicio competitivo? ¿Cómo importador, buscas acuerdos duraderos? Pero
más importante que esta autoevaluación es tu compromiso (como gerente,
propietario o socio mayoritario) con la decisión de internacionalizar la
empresa, una obsesión que debes contagiar al resto de los departamentos y
personal. Y esto vale tanto si decides exportar como importar productos y
servicios. Dicho esto, Carlos Nunes, director general de Globally Consulting,
pone en valor la creación de un departamento de import/export (externalizado o no),
“que reporte directamente a la dirección, formado por personas especializadas
en comercio internacional, con conocimiento de idiomas, habilidades para
negociar en mercados diferentes”.
En comercio exterior
existen tres fases que determinan la consolidación del proyecto empresarial en
el mercado de destino. La primera son las operaciones comerciales de venta en
el exterior. Para esto basta con un intermediario comercial que recoge la mercancía
en puerto y la comercialice. La segunda, es la cooperación con un socio local
que se encargue de todo el proceso? (incluimos aquí consorcios y joint
venture). La tercera es la implantación productiva, “una decisión que toman
pocas pymes españolas”, indica Emilio Carmona.
Aunque existen
valientes excepciones, si se trata de mercados emergentes o en países en vías
de desarrollo, la recomendación es iniciar la aventura exterior
acompañado. La labor de un socio local te allanará el terreno y te evitará
sorpresas. Con un distribuidor o agente comercial te ahorras la estructura
logística, oficinas, personal y transporte. Recuerda que al principio aquilatar
los costes es prioritario.
Ya sea como expositor
o como visitante, te permitirán conocer las condiciones de mercado y hacer
contactos con posibles partners y proveedores. Eso sí. Elige bien.
Céntrate en las sectoriales y profesionalizadas. Es una labor que
exige mucha dedicación al principio. Hay que hacer lo que José María Cantatero,
socio de Biodis (complementos alimenticios y vitaminas), llama Lluvia de
estrellas en referencia al programa de televisión. “En ocasiones, hemos ido a
dos ferias seguidas. Tras desmontar el stand de la primera, nos hemos cambiado
en los baños del aeropuerto de turno los trajes de chaqueta por ropa cómoda,
para volar esa noche a otro país, y vuelta a empezar al día siguiente con el
montaje del stand de la segunda feria”, recuerda. Biodis exporta a unos 20
países. A la visita de las ferias deberías sumar viajes de prospección,
misiones comerciales, organizadas por el ICEX y Cámaras de Comercio.
Familiarízate con los
siguientes términos. Forman parte de la documentación fundamental en
operaciones exteriores.
· Documentos
comerciales. Incluye la factura comercial, factura pro forma,
certificado de origen (lo tramitan las Cámaras de Comercio) y lista de
contenido o parking list (descripción de la mercancía).
· Aduaneros.
Son los Cuadernos ATA y CPD (permiten enviar mercancías temporalmente a 75
países); Documento Único Administrativo (DUA), que tramita la Agencia
Tributaria; Intrastat (declaración periódicas).
· De
transporte. Hablamos de la carta de porte por carretera, ferrocarril,
marítimo y aéreo.
· Certificados.
Incluye los seguros, certificados sanitarios, etc.
· Trámites
aduaneros. Tendrás que formalizar la Inscripción en el Registro de
Exportadores (impreso modelo 036) y el IVA.
La correcta elección
de un socio o proveedor es un factor clave en el proceso que has iniciado. Las
ferias son un excelente escaparate para entrar en contacto con ellos, pero
desconfía de los que quieren cerrar un acuerdo in situ. Antes de rubricar
nada, busca información de ese potencial socio o proveedor: tamaño
de la empresa, producción, habla con empresas que hayan trabajado con él, su
solvencia financiera (en el caso de un socio) y cumplimiento de plazos de entrega
(proveedor). Una vez tomada la decisión, “es fundamental que se cree una
relación de confianza y de conocimiento, tanto mutuo como del producto o
servicio que se ofrece y del mercado. Para que la asociación refuerce la
empresa, convirtiéndola en más competitiva, es clave que el socio elegido
cuente con una buena red de contactos y capacidad para ampliarla, así como con
estabilidad financiera”, aconseja Jesús Sáinz, presidente de PromoMadrid.
¿Cuál elegir? La
elección depende del país, volumen y confianza con el cliente. Para pedidos
ocasionales y de poco volumen, mejor la transferencia bancaria u orden
de pago; puede ser simple o documentaria, dependiendo de si el beneficiario
exige o no la presentación de algún justificante. Los gastos derivados de las
comisiones bancarias las asume cada parte. Si tienes plena confianza en tu
cliente, no lo dudes, el cheque bancario internacional es el
medio más sencillo, económico y de cobro seguro. Otros medios más complejos y
utilizados en operaciones de cierto calado son la remesa y el
crédito documentario. La remesa puede ser simple simple o documentaria. En
la primera, si tú eres el exportador entregarás al banco de tu cliente la letra
o pagaré para que proceda a gestionar su cobro en el plazo acordado. La segunda
te permite mantener el control documentario de la mercancía, ya que el banco no
entregará al cliente la documentación comercial hasta que el importador acepte
la letra. En los casos en que la experiencia con el comprador no es buena, el
ICEX recomienda liquidar las operaciones a través de medios de pago
documentarios, “y al negociar con los importadores los documentos que deben
presentarse, no aceptar la exigencia de documentos que resulten muy onerosos o
muy difíciles de obtener. También hay que ser muy riguroso en la correcta
emisión de los documentos y en el cumplimiento de los plazos para su
presentación”. Para asegurarte el cobro, otras soluciones pasan por los seguros
de crédito a la exportación, factoring (la empresa
exportadora cede las facturas a una entidad financiera para que gestione su
cobro) y forfaiting (el exportador vende un documento de pago
a una entidad financiera).
No son pocas las
negociaciones que se han ido al traste por no tener en cuenta este aspecto. ¡No
seas el elefante que entra en la cacharrería! En Protocolo en las relaciones
internacionales de la empresa y de los negocios, Carmen Cuadrado evidencia la
importancia de conocer las culturas locales con esta divertida anécdota: “En
una ocasión, una pareja de europeos que viajaba con su perrito por un país
asiático decidió entrar a comer a un restaurante típico de la zona. Dejaron al
animalito en custodia y se sentaron a esperar que les trajeran la carta. Pero cuál
sería su sorpresa cuando el camarero apareció con un suculento asado de carne y
lo depositó, sonriente, delante de ambos comensales. ¿Su contenido? Estaban en
un restaurante donde era costumbre que los clientes acudieran con su animal de
compañía para que lo ¡LO COCINASEN!”.
A continuación te
describimos cómo hacer poco ruido en la cara a cara con tres interlocutores
(japonés, chino y árabe) con protocolos diametralmente opuestos a los
occidentales. En el caso del japonés, elige ropa discreta, descarta
las joyas y sé puntual a la reunión; si al saludarte opta por una reverencia
japonesa, repítela; interésate por su cultura; prepara tu estómago para comidas
y cenas... y no descartes acabar cantando en un karaoke. Con esta apretada
agenda social no cerrarás ningún acuerdo, pero establecerás vínculos personales
que te permitirán hacerlo más adelante. En el caso de un interlocutor chino,
nunca le mires de forma prolongada, le apuntes con el dedo o cruces las piernas
(se entenderá como una grosería). Por cierto, ganarás puntos si tu tarjeta de
visita está traducida a su idioma. Y en las relaciones personales, memoriza la
siguiente expresión: ‘guanxi’. Es el barómetro que mide la cantidad y calidad
de los contactos personales. Eso sí. Para afianzarlo hay que edificar una
relación de mutua confianza, en la que se incluyen comidas, visitas y regalos
corporativos. Y si tu interlocutor es árabes, no te extrañe que el apretón de
mano se prolongue más de lo habitual. Es su costumbre. A la hora de vestir,
elige trajes de tonos oscuros y si eres mujer, tendrás que adaptar tu
vestimenta al país que visites. Por ejemplo, en Irán, Irak y Arabia
Saudí deberás cubrirte los brazos, el cuello y las piernas. En todos
los casos, el maquillaje y las joyas, en su justa medida. Tampoco cruces las
piernas ni des la mano izquierda a un árabe (es la impura). Sé puntual a las
citas aun cuando no lo sea tu interlocutor.
Existen dos vías para
proteger tu invención. El sistema PCT o solicitud internacional,
con el que a través de un único documento pides protección de tu invención en
un total de 128 países. La otra vía es la solicitud de la patente
europea, en la que tú designas aquellos Estados en los que quieres la
protección de tu invención. La solicitud de la patente europea es tramitada por
la Oficina Europea, pero se pude entregar en la Oficina Española de Patentes y
Marcas Española (www.oepm.es). La puedes presentar en
cualquiera de los idiomas oficiales de la UE (inglés, francés y alemán).
Tienes varias
opciones: contratar los servicios de una agencia de traducción (física
o de Internet) o acudir a traductores freelance. Las tarifas varían
según el tipo de traducción (técnica o no), la combinación de los idiomas (la
más cara es español-chino y español-árabe), el número de caracteres/documentos
a traducir y la urgencia. Para que te hagas una idea, la tarifa de español a
inglés o francés está en unos 0,075 euros por palabra. Muchos traductores, y sobre
todo las agencias, te pedirán un encargo mínimo (con documentos no inferiores a
300 palabras). En los casos de traducciones técnicas (patentes, contratos y
manuales operativos...), el traductor te solicitará también un glosario de
términos específicos de la actividad de tu negocio. A efectos contables, las
traducciones están exentas del pago del IVA. No olvides pedir varios
presupuestos, contrástalos, y recuerda que la calidad, como en todo, se paga
más.
En import/export es
fundamental entender cómo funcionan los aspectos logísticos y de transporte
internacionales. Es la partida de la inversión más elevada. Tres
son los medios para enviar tu mercancía al mercado de destino: transporte por
carretera, barco y avión. Cada medio tiene asociado unos costes que lo
hacen único y perfecto para según qué tipo de envío. Si se trata de
productos perecederos, ni lo dudes: lo tuyo es el avión. El tren es la mejor
alternativa para un servicio directo y seguro de grandes volúmenes. Presenta
dos modalidades: el transporte combinado (tren+carretera) y el de cargas
completas de origen a destino (para gráneles sólidos o líquidos, productos
especiales...). Los agentes que interviene son el operador intermodal y Renfe.
El transporte por carretera es la elección para destinos intraeuropeos y
volúmenes de mercancía pequeños y medianos. Su baza competitiva es el envío
puerta a puerta. Para grandes volúmenes y destinos lejanos, la opción más
económica es el transporte marítimo. La carga va en contenedores y el pago se
llama flete. En el caso de que no llenes un contenedor puedes hacer grupaje y
compartir los gastos del flete con otros exportadores en tu misma situación.
Los agentes que intervienen son la compañía naviera, el transitario, el
consignatario y la compañía estibadora. Por último, señalarte que en
comercio internacional las condiciones de entrega de la mercancía se definen a
través de unos códigos o Incoterms. De manera general determinan el
lugar y la forma de entrega de la mercancía; el reparto entre exportador e
importador de los gastos relativos a las operaciones de transporte, carga y
descarga de las mercancía, seguros y aduanas, etc.; la transmisión de los riesgos
y responsabilidades de pérdida o daños de la mercancía del exportador al
importador; los documentos, trámites y gestiones administrativas (obtención de
licencias, certificados, documentos de transporte) que son responsabilidad del
exportador.
En una oferta
comercial a un cliente internacional no puede faltar la descripción del
producto, cantidad, condiciones de expedición, entrega y pago, precio y divisa.
De todos ellos el precio tiene especial relevancia ya que va determinar la
competitividad de tu producto en el mercado elegido. ¿Cómo calcularlo? Toma
nota. Al precio de venta final en destino (puedes conocerlo visitando tiendas
del país o en portales B2B), tienes que sumarle los márgenes de distribución
(importador, distribuidor, detallista); gastos de transporte y seguro;
aranceles y gastos de aduanas (incluirá despacho de exportación y el de
importación, los aranceles y cualquier otro impuesto o tasa que graven la
entrada de productos de importación); gastos financieros (comisiones, cambio de
divisas, etc.); gastos de comunicación (los relativos a prospección de
mercados, visita a ferias, publicidad...); margen comercial y precio de coste.
Carlos Nunes, responsable
de Globally, señala que “si la fórmula es a través de distribuidor local y con
entrega de las mercancías en nuestro almacén los costes pueden inclusive no
variar o hacerlo muy poco dependiendo de cuál de las partes hace las
adaptaciones necesarias al mercado de destino (homologaciones, traducciones,
certificados, etiquetado…); servicios adicionales que pueden ser requeridos
(mantenimiento, garantías…) y otras características que, aun no siendo
obligatorias legalmente, son importantes para la imagen de nuestro producto
(diseño, embalaje, catálogos, información adicional…)”. Una recomendación: si
quieres empezar bien en el mercado, no pongas precios por encima de tu
competencia y tampoco comiences con descuentos. Según los expertos consultados,
“crear al inicio una imagen de producto barato se paga a largo plazo”.
La decisión de salir
al exterior utilizando Internet como canal de ventas es más que aconsejable en
los tiempos que corren. Ahorras costes y eliminas intermediarios.
Eso sí. Para transformar tu web en un canal exportador, lo primero es revisar
su estructura. Asegúrate de que puede soportar fechas de punta de
venta (pide a tu proveedor que haga una simulación de ese supuesto), que la
plataforma es multi-idioma y multi-moneda (tú eliges cuál o cuáles según el
mercado o mercados objetivo), que dispone de pasarela de pago (el equivalente a
la TPV de cualquier comercio), está optimizada para buscadores, permite una
gestión completa de pedidos y clientes (carrito de compra), dispone de cálculo
de gastos de envío y tiene control de stock. Si vendes productos, es
fundamental hacer una descripción detallada e incluir un buscador. Tampoco
puede faltar un apartado sobre condiciones de compra, con información sobre la
lista de precios, sistemas de pago, formas de envío, garantía, devoluciones y
cambio, limitación de responsabilidad, protección de datos. Y lo fundamental:
contratar los servicios de un operador logístico y de transporte trasnacional.
Consejo de experto: “Vender sólo a través de la Red en mercados emergentes está
llamado al fracaso (se hace necesario una venta más personal); no así en países
con un fuerte desarrollo de la Sociedad de la Información. Y al igual que si se
tratase de un venta física, analiza tu competencia on line”.
Encontrarás líneas
específicas para la internacionalización de las pymes en préstamos ICO
e ICEX, Cofides y organismos multilaterales. Las hay para casi todo
tipo de necesidades: desde paquetes que subvencionan los costes de asistencia a
ferias y viajes de prospección a préstamos con condiciones ventajosas (bajo
tipo de interés, plazos de amortización a 10 años y sin carencia) a la
financiación de proyectos de inversión de más calado (adquisición de bienes,
compra de empresas...). En estos casos, la financiación suele cubrir hasta el
80% de la inversión necesaria. No desaproveches la oportunidad de financiación
de los Préstamos ICO-ICEX dirigido a las empresas PIPE (Plan de Iniciación a la
Promoción Exterior).
Siempre que hayas
alcanzado un buen conocimiento del mercado destino y quieras crecer en él
compartiendo la inversión con un socio local. Optar por una joint venture o
sociedad mixta es siempre más económico que montar una filial propia. La Comisión
Europea define joint venture como “una empresa sujeta al control conjunto de
dos o más empresas que son económicamente independientes la una de la otra”. La
primera ventaja es económica, ya que compartes con el socio local los gastos de
constitución al 50%: La segunda, estratégica, porque si estás pensando en
constituir una joint venture indicará que están en el último escalón de la
internacionalización: el de la implantación física en el mercado y el de las
alianzas. Otras razones para montar una joint venture internacional, según el
ICEX, son: reducir el plazo de introducción de un producto en un mercado
exterior, adquirir y/o transferir tecnología y/o know how, como requisito de
agrupación empresarial para el acceso a mercados exteriores ‘cerrados’,
consolidar una red de distribución en un mercado exterior, reducir costes
económicos para el desarrollo de un producto, diversificar riesgos, mejorar la
capacidad productiva, compartir conocimientos y experiencia con otras empresas,
lograr una mayor competitividad o simplemente por beneficiarse de incentivos
fiscales. No obstante, “la constitución de una joint venture implica
cierta pérdida de independencia y autonomía”, matiza Emilio Carmona, jefe
del Área Internacional del Consejo Superior de Cámaras. Para afrontar la
inversión de una joint venture, valora los instrumentos de financiación
específicos a través de ICO o planes como Europartenariat. BC-Net, Interprise,
ECIP, IPE y JEV.
Como señala Balbino
Prieto, “uno de los problemas de las empresas españolas es su pequeño tamaño,
lo que dificulta su internacionalización”. Al rescate de esta ‘realidad
incómoda’, salen los consorcios de exportación y las UTE (Unión Temporal de
Empresas). Haciendo de la unión su fuerte, los consorcios se revelan
como una buena alternativa para competir en la arena internacional, ya que
permiten la agrupación de las pequeñas empresas con objetivos de exportación e
intereses comunes. Resultado: ganan mercado y reducen costes. ¿Cómo
funcionan? Los hay para vender los productos o para promocionarlos.
¿Requisitos? No pueden estar formados por menos de tres empresas. Desde el
punto de vista jurídico, tienen personalidad propia y personal independiente de
las empresas que lo constituyen. Un gerente suele estar al frente de cada uno
de ellos. Entre las tareas que realizan están las de participar en acciones de
promoción, realizar misiones comerciales, visitar ferias, organizar visitas a
los clientes, detectar oportunidades comerciales y realizar los pedidos.
Mayoritariamente las empresas que se decantan por constituirse consorcios
suelen pertenecer al sector de alimentación y bebidas, y material industrial.
El coste de una empresa que ingresa en un consorcio de exportación está en unos
18.000 euros. Las ventajas son claras: reducen coste, vas acompañado en la
aventura exterior y la percepción del cliente extranjero es que eres grande.
Algunas recomendaciones de los expertos para que funcionen correctamente son:
“Que el tamaño de las empresas sea similar, que exista una complementariedad de
los productos y que compartan el mismo canal de distribución en el mercado de
destino”. Más técnico es el perfil de las empresas que se acoge a la Unión
Temporal de Empresas (UTE). En este caso, es necesario una mayor inversión (hay
que constituir sociedad), músculo financiero y recursos productivos.
Otra forma de
internacionalizar tu empresa es convirtiéndote en subcontratista de una
gran empresa o multinacional. Estas, cuando ganan un contrato,
ejecutan las obras y mantenimiento a través de compañías de pequeño y mediano
tamaño. Las empresas de ingeniería, automoción, telecomunicaciones, nuevas
tecnologías y constructoras son las que más tiran de subcontratación para
desarrollar sus compromisos internacionales. Indra, Telefónica, IBM, Endesa,
ACS, Acciona, Técnicas Reunidas... Acude a los departamentos de
Compras, y pide que te incluyan en su lista de empresas proveedoras. Los
contratistas forman bolsas de empresas a las que después reclaman su
participación en los proyectos. Los criterios de selección pasan por estándares
de calidad similares a los de la empresa contratista, desarrollo tecnológico y
márgenes ajustados.
¿Eres una empresa
consolidada, flexible, especializada y con capacidad de producción? Si es así,
encajas con el perfil de las empresas ganan licitaciones y concursos
internacionales. No es una tarea fácil. Querer ingresar en este selecto club
implica una búsqueda activa de información de proyectos y oportunidades
comerciales. Las licitaciones pueden ser públicas o privadas. Las primeras las
encontrarás publicadas en los boletines oficiales, páginas web de la
Administración y de los organismos convocantes. “Cualquier persona jurídica
interesada puede participar y, generalmente, además de los datos propios de la
compañía, registros mercantiles y demás documentos legales, deben anexarse
antecedentes históricos que incluyan capacidad de producción, modalidad de los
productos, tiempos de entrega y especificaciones técnicas varias, que permitan
calificar al participante como proveedor, bien para una oportunidad de negocio
específica o permanente durante un período de tiempo”, según el ICEX. También
puedes encontrar concursos en los programas de bancos de desarrollo y planes de
cooperación de la Unión Europea. Eso sí. “Para participar en las
licitaciones hay que olvidarse de los proteccionismos del Estado y salir al
exterior sabiendo que las cartas que le harán ganar la partida son
fundamentalmente el precio y la calidad ofrecida”, recuerdan desde el ICEX.
En el ranking de las licitaciones destaca Naciones Unidas, uno de los
principales compradores de productos y servicios a través de sus 36 agencias.
De hecho, cada año emite unos 100.000 contratos y órdenes de compra. Para
acceder al mundo de las licitaciones también cuentas con el apoyo del ICEX y su
programa Licita, que se inscribe en el marco del Plan E de recuperación
económica.
No. Precisamente para
evitar pagar un impuesto dos veces, España tiene firmado convenios de doble
imposición con cerca de 90 países (www.meh.es).
Como reconoce Carlos Nunes, “la fiscalidad ha sufrido cambios para adaptar la
normativa a la tendencia a la internacionalización de las empresas españolas,
de manera que las ventajas que puedan tener las empresas en el comercio internacional
no queden invalidadas por una presión fiscal que no sea la más adecuada”. El
director general de Globally Consulting también advierte que “al igual que en
los requisitos y licencias necesarios no existe una fórmula única, tampoco en
fiscalidad podemos simplificar: es fundamental saber el tipo de
operación/inversión y el Estado de origen y destino”.
Visita a ferias,
salones, compraventas… Si realizas alguna operación con otra empresa de los
Estados miembros de la Unión Europea-25, puedes reclamar la devolución del IVA
soportado. “La venta intracomunitaria está exenta del IVA. Se emite la
factura, con su número correlativo y resto de datos necesarios, pero no se repercute
el IVA. Las compras tributan en destino”, según señalan en el ICEX. Las
Cámaras de Comercio tienen un servicio de tramitación de estas devoluciones.
“El procedimiento ha
sido facilitado con la introducción de la presentación telemática en el país de
establecimiento. En España puede ser solicitada la devolución través del modelo
360 o bien trimestral o anualmente según el importe. En el caso de que no haya
devolución o notificación de la AEAT, esta enviará la solicitud en el plazo de
15 días desde su recepción al Estado o Estados de devolución que comunicará la
fecha de recepción y tiene cuatro meses desde esa fecha para informar al
solicitante la aceptación o rechazo de la solicitud”, según Carlos Nunes, quien
a continuación nos explica la operativa para el cálculo del IVA.:
· Hallar
la base imponible de los derechos de arancel a la importación.
· Calcular
la cuota correspondiente a los derechos de arancel y, en su caso, a los
impuestos especiales, si la mercancía estuviera sujeta a ellos.
· Calcular
la base imponible del IVA a la importación, constituida por el valor en aduana
de los productos importados.
· Una
vez determinado el valor en aduanas, añadir a los mismos conceptos no incluidos
en la base imponible.
· Aplicar
los tipos respectivos para obtener la cuota del IVA de importación.
· El
IVA se paga antes de despachar la mercancía (salvo que se entregue un aval o
garantía ante el consignatario).
· Además,
en el formulario del IVA, en el apartado de IVA deducible, hay una fila
destinada a “IVA deducible por cuotas satisfechas en las importaciones”.
Una de las preguntas
que debes formularte en operaciones de import/export es si asumes o no el
riesgo del cambio de divisas. Al auxilio de esa incertidumbre monetaria cuentas
con el contrato de un seguro de cambio. Una opción más que recomendable en
operaciones de volumen. ¿Cómo funciona esta modalidad de seguros? Contratas
con tu banco o caja un tipo de cambio de divisas a la firma del contrato
(cambio spot) por el monto del pago o cobro de la operación que realizarás en
tres meses o un año (según el vencimiento fijado con tu cliente o proveedor).Técnicamente
no es un seguro sino una operación de compraventa de divisas. La ventaja es que
al conocer lo que vas a desembolsar a futuro, controlas mejor tu tesorería.
También puedes asegurar sólo un parte del total de la operación. Reconocerás
este tipo de contratos porque vienen encabezados con el título Contrato de
compraventa a plazo de divisas. Y no olvides que el plazo máximo legal para
realizar la cobertura es de un año, que las cotizaciones de los seguros de
cambio equivalen aproximadamente a la diferencia de intereses de las divisas y
que puedes contratar un seguro de cambio en cualquier momento previo al
vencimiento del cobro/pago.
Julio Fernández
Muy buenos consejos, gracias por sus correos y sugerencias.
ResponderEliminarSaludos desde Veracruz y Michoacan.