Alfredo Díaz Belmontes, director general de la Asociación
Mexicana de Horticultura Protegida, dice que hace 3 años iniciaron a buscar
nuevos mercados en el mundo, tener una mayor rentabilidad y ser menos
vulnerables de las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“El escenario económico que se nos presenta con el presidente
de Estados Unidos nos obliga a acelerar para que en los próximos meses se
busquen nuevos mercados y certificaciones”, revela Alfredo Díaz Belmontes,
director general de la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (AMHPAC).
Actualmente, la sociedad, los empresarios y todos los
mexicanos viven una incertidumbre producto de las políticas y acciones
emprendidas por Donald Trump, recuerda el representante del organismo con sede
en Culiacán, Sinaloa.
“A pesar que de los tuits [de Donald Trump] están a la
orden del día no ha pasado a mayores” y tampoco le será fácil ponerle un
arancel de 20% ni del 50% a las exportaciones mexicana, dice a Forbes México.
Los 230 socios de la AMHPAC producen al año un millón 400,000
toneladas de tomate, pimiento morrón, pepino y berenjenas en 24 entidades de la
República Mexicana.
De la producción al menos 60%es tomate rojo, 19 % de
pimiento morrón, 17% de pepino y 4% de berenjena.
Al menos 81% la producción de hortalizas es exportado a
Estados Unidos y Canadá, los dos únicos mercados conquistados por los sabores
mexicanos.
Sólo 19% de los alimentos se queda en los anaqueles mexicanos.
“Nuestro modelo de negocio es la exportación, ya que un
millón de toneladas se consumen en Estados Unidos solo de los 230 productores
de la ANPACT”, cuenta Alfredo Díaz.
También, hay otros productores de hortalizas de otras
agrupaciones o producen a campo abierto, quienes también están alimentando a
los estadounidenses, señala.
Depender de un solo mercado, como pasa con los productores de
hortalizas mexicanas, “te vuelves vulnerable”, a pesar de tener una buena
posición de venta en Estados Unidos, advierte el empresario.
“Hace 3 años empezamos un proceso de buscar nuevos mercados
para diversificar los portafolios de negocios, ser menos vulnerables y
encontrar una mayor rentabilidad”, manifiesta el presidente de la AMHPAC.
Agrega que en México se siembra y produce alimentos de
calidad mundial, por lo que somos atractivos para cualquier mercado y paladar:
“Se nos cierra una puerta pero se abren dos, ya que de acuerdo al estudio de
ProMéxico realizado hace un año aparecen nuevos mercados como Reino Unido,
Francia, Alemania, Rusia, Japón”.
La primer puerta abierta se dio hace unos días, cuando llegó
una solicitud de compra de hortalizas de Japón, la cual se está evaluando se
enviada en los próximos días, declara el responsable del organismo.
“Sabemos que China, por ser una economía grande, suponemos
que la demanda puede ser enorme. A Rusia se mandaron 100 toneladas de tomate
saladet en 2016, pero sabemos que es un país con 140 millones de habitantes y
la demanda podría ser más alta”, apunta.
La hortaliza mexicana es muy apetecible en otros mercados,
pero el principal consumidor que tenemos es Estados Unidos: “Por ahora sólo
falta resolver el tema de logística y el transporte” para iniciar con la
exportación a otros mercados.
“La prioridad de AMHPAC para el 2017 es terminar los estudios
y estar en los próximos 8 meses estaremos las primeras cargas a los mercados
idóneos”, comenta.
Alfredo Díaz recuerda que llegar a un nuevo mercado implica
un sinnúmero de cambios en la parte logística, por lo que se analiza todos los
estudios y números de mercado.
“La hortaliza mexicana la consume un gran porcentaje de los
americanos, quienes no están preparados para que en el corto plazo” prueben
otro producto, señala.
Un análisis sobre la hortaliza mexicana determina que al
menos 70% de los estadounidenses se consumía tomate mexicano de campo abierto,
pero las preferencias cambiaron para 2016, cuando aproximadamente 50% de los
consumidores americanos prefieren tomate producido bajo esquema protegido.
“El consumidor americano busca cada día más aquella hortaliza
producida bajo malla sombra, invernadero”, afirma.
Si se le aplica un impuesto a las exportaciones de hortalizas
mexicanas, quizá haya desabasto, por lo que se caerá la oferta, sube el precio
y de inmediato habrá una alta inflación, concluye el director general de
AMHPAC.
Autor: Enrique Hernández / Economía
y Finanzas / www.forbes.com.mx
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