Las redes sociales insertan a la empresa en un entorno en el que el acceso al
talento es global y automático y los contactos aumentan exponencialmente,
ampliando a su vez el rol tradicionalmente pasivo del consumidor, aunándolo con
el del productor en la figura del prosumer.
Exponentes por antonomasia de la llamada web social, redes como
Facebook, Twitter o LinkedIn son algunos de los nombres que constituyen la
punta del iceberg de un fenómeno que está transformando la comunicación
interpersonal tanto como la de masas.
Ha llegado la hora de que las empresas se gradúen en el nuevo escenario
de las redes sociales, adaptándose para aprovechar las muchas ventajas que
estas pueden reportarles.
Nueva cultura corporativa
El consumidor, como explica el especialista y consultor en experiencia de usuario Nacho Gil, “ya no acepta una comunicación unidireccional, sino que aspira a una conversación de tú a tú con las empresas”, en un marco, la web social, que permite a las empresas “crear su identidad digital”.
El consumidor, como explica el especialista y consultor en experiencia de usuario Nacho Gil, “ya no acepta una comunicación unidireccional, sino que aspira a una conversación de tú a tú con las empresas”, en un marco, la web social, que permite a las empresas “crear su identidad digital”.
La aplicación corporativa de las redes sociales implica la participación
de los clientes o consumidores en el desarrollo de los productos, a través de
diversas plataformas en las que pueden no solo emitir su impresión o juicio
acerca de estos, sino colaborar activamente en su gestación.
En productos como los tecnológicos, algunas empresas como Apple o Dell
ya han recurrido a la opinión de estos respetados prescriptores en red,
convocando numerosas opiniones a través del crowdsourcing, una técnica que
permite a las empresas, a través de las redes sociales, recibir un amplio flujo
de ideas sobre el producto antes del lanzamiento del mismo.
Llopis defiende que “el proceso creativo y de innovación se desenvuelve
de forma más libre y dinámica a través de multitudes (crowdsourcing)”. El resultado de este proceso es que las empresas no solo pueden, sino
que deben reducir el ciclo de desarrollo de productos.
Del mismo modo, y como apunta Francisco José González, gerente del área
de innovación de la consultora Everis, las redes sociales están contribuyendo a
que el borde de la empresa se haga más poroso, ya que “las empresas tienden
cada vez más a contar con colaboradores externos que no forman parte de la
plantilla, pero con los que se trabaja de forma asidua”.
Barato y “viral”
Buena parte de las ventajas que ofrecen las redes sociales están relacionadas con una disminución de los costes, lo que las hace especialmente interesantes para las empresas con escasez de recursos. Los diversos aspectos de la empresa que pueden verse abaratados por un uso adecuado de las redes sociales son considerables.
Buena parte de las ventajas que ofrecen las redes sociales están relacionadas con una disminución de los costes, lo que las hace especialmente interesantes para las empresas con escasez de recursos. Los diversos aspectos de la empresa que pueden verse abaratados por un uso adecuado de las redes sociales son considerables.
Según Juan Pablo Seijo, co-director de Soloraf, una pyme que vende
tomates raf vía Internet y que utiliza Twitter y Facebook para comunicarse con
sus clientes o crear agrupaciones de usuarios y aficionados a su producto, “la
principal ventaja de usar redes sociales es la presupuestaria, ya que el uso de
estas suele ser gratuito, si bien los resultados que obtenemos de ellas son
proporcionales al tiempo que invertimos en ellas comunicando qué hacemos y cómo
lo hacemos, y rastreando lo que otros usuarios comunican sobre nosotros”.
A su vez, el marketing y la publicidad online pueden ser mucho más efectivos que en
otros soportes, gracias a la acción de un “boca a boca” en la web que puede
extenderse hasta generar el llamado marketing viral, aquel que se
difunde exponencialmente a través de las redes sociales.
Como apunta Francisco José García Vieira, director de planificación de
programas de Red.es, una entidad pública
encargada de impulsar el desarrollo de la Sociedad de la Información en España,
en estas redes “los usuarios publican sus gustos y preferencias, lo que permite
insertar publicidad en los momentos más propicios para la venta, de tal modo
que la publicidad aparece únicamente cuando el usuario es propenso a adquirir
el producto o servicio que se anuncia”.
Cómo utilizarlas
Todas esas ventajas no son inherentes a las redes sociales, sino la
plasmación ideal de lo que puedan aportar si se utilizan de forma idónea. Por
eso mismo, antes de incorporarlas a su dinámica operativa, las empresas tienen
que estudiar hasta qué punto les convienen, y sobre todo, cómo deben usarlas
para maximizar sus aspectos positivos.
Según Javier Celaya, las empresas pueden utilizar las las redes sociales
para:
- - Modelar un perfil
corporativo
- - Crear grupos de interés
- - Segmentar el mercado
- - Realizar encuestas y
sondeos
- - Analizar el comportamiento
del usuario
- - Insertar publicidad online.
Partiendo de esas posibilidades generales, corresponde a la empresa la
tarea de elegir y gestionar la que mejor pueda servir a sus propósitos. Según
Celaya, una de las pautas a seguir es “incorporar estas herramientas de forma
gradual, teniendo en cuenta que, cuanto más especializada sea la actividad de
las empresas, más visibilidad y éxito podrán lograr a través de estas redes, ya
que las búsquedas en la web tienden a ser muy específicas”.
Maximizar la eficiencia de estas redes implica elegir entre diversas
plataformas, formatos y estrategias de participación en las mismas. ¿Debe la
empresa utilizar redes sociales generalistas o bien redes de orientación
estrictamente profesional? ¿Debe la empresa centrarse en participar en redes
sociales ya existentes, o bien crear una propia?
Optar por un modelo u otro depende, según Francisco José González, de
“los objetivos y la información que se pretenda compartir, de tal forma que
debe sacar partido a las comunidades internas para mejorar su comunicación
dentro de la empresa y favorecer la integración del equipo”.
El éxito o fracaso de una empresa en las redes sociales depende en
última instancia de hasta qué punto se conoce a sí misma y es capaz de elegir
la modalidad de participación que más le convenga.
Pero la presencia de la empresa en estas redes puede también
encomendarse a terceros, a especialistas que comienzan a florecer en el mercado
y que llevan a cabo campañas online de relaciones
públicas para las empresas que contratan sus servicios.
Redes para la internacionalización
La naturaleza misma de las redes sociales no las circunscribe a un solo país, ya que los múltiples contactos a los que puede accederse a través de ellas no entienden de fronteras, ni conocen otra barrera que no sea la del idioma.
La naturaleza misma de las redes sociales no las circunscribe a un solo país, ya que los múltiples contactos a los que puede accederse a través de ellas no entienden de fronteras, ni conocen otra barrera que no sea la del idioma.
Como señala Ana María Llopis, de Ideas4all, “las redes sociales
favorecen la internacionalización por medio de ideas que la empresa recibe
desde muchos países y desde una gran diversidad de enfoques. Por lo tanto, las
redes permiten captar clientes en cualquier parte del mundo y desarrollar el
producto con un prisma global en lugar de local.
Según Christopher S. Rollyson, “las redes sociales expanden los negocios
internacionales porque disminuyen el tiempo y dinero necesario para las
diversas transacciones entre fronteras”, y añade que “el proceso de explorar
mercados exteriores puede consumir mucho tiempo y dinero en abogados, agentes
comerciales o consultores, mientras que a través de LinkedIn u Orkut, por
ejemplo, es posible contactar de forma directa e inmediata con personas que
conocen el mercado en cuestión y recibir ese primer asesoramiento”.
Teniendo en cuenta las grandes inversiones que los procesos de internacionalización suelen implicar en sus fases iniciales, esta facilidad no es desdeñable.
Teniendo en cuenta las grandes inversiones que los procesos de internacionalización suelen implicar en sus fases iniciales, esta facilidad no es desdeñable.
Ezequiel Sáenz, director de tecnología y producto del Grupo Delaware,
especializado en consultoría, añade que “las redes sociales profesionales
pueden ser un importante apoyo para preparar agendas de reuniones en misiones
comerciales, de forma mucho más rápida y precisa que mediante una búsqueda
convencional en Internet”.
En este sentido, Juan Pablo Seijo advierte también que “localizar gente
interesada en un producto fuera del país exige un trabajo activo de búsqueda en
las redes sociales adecuadas”.
Pero todo esto no significa que las redes sociales necesariamente
conduzcan a un proceso de internacionalización exitoso, sino que simplemente
prestan un canal repleto de oportunidades y contactos cuyo aprovechamiento
depende en última instancia de la empresa que los usa.
El exportador digital
En la actualidad es importante no perder de vista estas recomendaciones y si tu nicho de mercado o los resultados obtenidos son de relevancia, hay que subirse al tren de la modernidad en comunicaciones de redes sociales.
ResponderEliminarCarlos Escalante
Excelente articulo y felicidades a Terzer por su producto Terzerizar,
ResponderEliminarJuan Simon/Nuevo Laredo